Son las 5:51 y ha pasado más de un año desde mi último post. Estoy muy nervioso, con los nervios de punta y los sentidos al máximo. Sentado en mi descubierto puesto de trabajo a la vista de todos mis compañeros de oficina que pueden darse cuenta que no estoy en un sitio web relacionado con mi trabajo. Siento una presión que va desde el pecho hasta la boca cada que escucho a mi jefe estornudar en su oficina. Debería estar escribiendo también para otra marca, pensando en las palabras con las que debe decir lo que quiere decir, como si yo lo hiciera antes de hablar, como si en mi vida personal fuera un experto en palabras, en la estrategia del hablar. A duras penas mantengo vivo este blog que se alimenta de la envidia que me dan los "post" de mi amiga. Mi jefe escribe sobre lo que yo debería estar escribiendo también, pero la tentación de hacer lo prohibido, que además no hago hace mucho me puede, a pesar del monstruo gastrointestinal que crece en mi estomago cada que escucho a mi jefe mover su silla y teclear al mismo ritmo que yo lo hago en un tema que no es laboral.
Espero no me mate el cargo de consciencia o conciencia o el mismo monstruo que se cuelga de mi corazón y salta sobre mi estomago. Mi jefe me llama. Viva una sola neurona.
Espero no me mate el cargo de consciencia o conciencia o el mismo monstruo que se cuelga de mi corazón y salta sobre mi estomago. Mi jefe me llama. Viva una sola neurona.
Comments
Peque, rebélate!!! Yo solía escribir también cuando estaba trabajando en la oficina, y también era super paranóica. Gracias a Dios todos tenían muchas reuniones y me dejaban sola a veces en la oficina :P
Viva Una sola neurona!!! Viva la revolución!!!
Te quiero!!!
Abachooo...
Y eso era, jajaja
Te quiero!!!
PS: ¿Ya se te murió a única neurona que esto está tan inactivo por acá? :P